Cómo mejorar el aislamiento de tu casa

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Ahorro energético en casa, una prioridad

Si pasas frío o calor en casa, mejorar el aislamiento térmico puede ser la solución. Te ayudará a ahorrar energía y aumentará el confort de tu vivienda. Conocer los materiales aislantes que se pueden usar y el coste de la reforma te servirá para hacer una mejor elección. Además, el plazo de amortización de la inversión es más corto de lo que piensas. 

Ahora es más barato: aprovecha las subvenciones

Hace pocos días que ha entrado en vigor el Plan de ahorro para reducir el consumo energético en estos momentos de crisis. Las nuevas medidas, como sabes, limitan  la temperatura de los lugares públicos (ni menos de 27 °C en verano, ni por encima de los 19 °C en invierno). Pero también en los hogares ha llegado el momento de hacer un consumo energético más eficiente.  

Este verano está siendo muy extremo. Pero pronto dejaremos atrás el calor y empezaremos a preocuparnos por proteger nuestras casas del frío. Si te cuesta calentar tu casa, prueba a reforzar el aislamiento térmico y así evitarás gastarte una fortuna en calefacción, sea del tipo que sea. Y también será más fácil refrescarla en invierno.

¿Para qué sirve el aislamiento térmico?

Tener un buen aislamiento térmico en una vivienda implica varias ventajas:

Normas de aislamiento

Si tu vivienda es nueva, cumplirá los requisitos del Código Técnico de la Edificación actual, que exige unos espesores de material aislante de 17 cm y unas ventanas con doble acristalamiento y rotura de puente térmico, entre otras cosas.

Sin embargo, el 50% de las viviendas en España son anteriores a 1980, por lo que tienen unos aislamientos deficientes si no se han reformado después. En el caso de que el edificio se haya construido después de 1980, ya incorporará aislamiento térmico, pero no con los niveles que se exigen ahora.

Cómo saber si necesito aislar mi vivienda

Lógicamente, el primer indicio te lo va a dar la temperatura dentro de casa: si es demasiado baja en invierno o muy cálida en verano, posiblemente tienes un mal aislamiento. Otros indicios muy claros son:

  • Condensaciones en las ventanas
  • Humedades en alguna pared
  • Filtración de aire por las ventanas o las cajas de las persianas.

Si fuera así, está claro que te conviene mejorar el aislamiento.

Cómo se aísla una vivienda

Para evitar que el calor (o el frío, si tienes puesto el aire acondicionado) que produces dentro de casa se te escape hacia el exterior, tienes que interponer un material que conduzca mal el calor, un aislante.

La capacidad para aislar de un material se mide por la cantidad de energía que deja pasar cuando hay una diferencia de temperatura entre sus dos caras. Este valor se expresa en W/m2 ºC y se llama “coeficiente de transmisión”: cuanto más bajo es ese coeficiente, mejor es el aislante.

Actuar en muros, techos y ventanas

Para que un edificio sea eficiente, debe tener materiales aislantes en todas las paredes que dan hacia el exterior y en el tejado. También debe haber aislamiento en los suelos y techos de cada vivienda.

Si necesitas reforzar el aislamiento de tu casa, la manera de aplicar el aislante dependerá de cómo esté construido tu edificio. Te puedes encontrar con estos dos casos:

  • Los muros exteriores tienen una cámara de aire que está vacía: en ese caso, puedes inyectar un aislante (en forma de espuma, fibras o bolitas) que rellene esa cámara. Para ello, se hacen unos taladros a distancias regulares, se introduce el aislante y luego se tapan los agujeros. 
  • Los muros no tienen cámara de aire: tendrás que usar un aislante en placas que se pegan al muro por el exterior o por el interior. El aislamiento por el exterior solo se suele poner cuando se hace una obra de rehabilitación en todo el edificio, ya que supone poner andamios, cambiar la fachada, etc. El aislamiento interior puedes hacerlo por tu cuenta, aunque te robará un poco de espacio dentro de casa.  

Materiales aislantes: ¿cuál es el mejor?

En el mercado hay diversos materiales de origen natural o sintético que se usan para aislar. Algunos vienen como paneles rígidos que se pegan al muro y otros se presentan como fibras o elementos sueltos que se pueden inyectar en los huecos o proyectar sobre las paredes.

Al elegirlo, ten en cuenta las características que distinguen a un buen material aislante:

  • No desprende sustancias tóxicas
  • No es inflamable ni produce humo tóxico
  • Resiste a los insectos
  • No absorbe humedad
  • Deja pasar el vapor de agua, pues si es totalmente impermeable se pueden formar humedades en las paredes al condensarse el vapor que no consigue atravesarlas.

Aislantes naturales

Entre los de origen natural, son recomendables:

  • Fibra de celulosa, un aislante térmico y acústico óptimo por sus cualidades ecológicas y bajo precio. Transpira, es inmune a los insectos, tiene buena resistencia al fuego y, en caso de incendio, no desprende vapores peligrosos. Se puede insuflar fácilmente en forma de fibras en las cámaras de aire.
  • Arcilla expandida: un aislante natural que es inerte, resiste a los insectos y roedores, no produce emisiones tóxicas ni requiere materiales contaminantes para su colocación, es incombustible y no emite humos tóxicos en caso de incendio. Se presenta en forma de gránulos de distintos tamaños.
  • Fibras de madera con lignina o mineralizadas, que también sirven para el relleno de cámaras.
  • Lanas de vidrio y roca, también naturales, se usan para suelos y paredes. No se queman ni se pudren y son permeables si no vienen encapsuladas en plástico.
  • Planchas de corcho: es un material rígido que se puede pegar a las paredes. Es ligero, elástico e impermeable, resiste bien al fuego y no emite sustancias nocivas ni humos tóxicos si hay un incendio.

¿Cuánto cuesta aislar una casa?

Ninguno de estos materiales es especialmente caro, aunque las obras para instalarlos pueden encarecer algo la reforma.

De 3.000 a 11.000 euros para un piso de 90 m2

Pedimos un presupuesto para aislar un piso de 90 m2 en la zona climática D —la segunda más fría—, incluyendo la instalación, acabados, pintura e impuestos. Los precios oscilan entre 3.200 euros si se hace una reforma ligera, que consista solo en aislar parcialmente los muros exteriores, y 10.523 euros si se opta por un mayor espesor del aislamiento y un cambio de ventanas.

Las obras se amortizan en plazos tan cortos como 5 años, pero esto depende también de la zona en la que vivas: en las más cálidas puede no compensar invertir en aislamientos o ventanas de mejor calidad pues los ahorros de energía no llegan a ser tan grandes.

Ayudas para la mejora energética de viviendas

En estos momentos, puedes solicitar ayudas que cubren parte de esa inversión y acortan los plazos de amortización. En concreto, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia incluye tres programas de ayudas con subvenciones que cubren desde el 30 % al 80 % del coste de la reforma, pero sin incluir el IVA. Para los consumidores más vulnerables, en algunas comunidades autónomas pueden cubrir el 100% de las obras, pero de nuevo excluyendo el IVA. Además de las ayudas directas, puedes aplicar deducciones en tu declaración del IRPF.

Al hacer la reforma, puedes aprovechar para cambiar tu actual sistema de calefacción con combustible fósil por otro más sostenible. También hay subvenciones para calefacción renovable disponibles en muchas comunidades autónomas. 

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